También tradicionalmente sabemos que algunos administradores de fincas (muchos) se llevan una comisión por cada cosita que se hace en tu edificio.
¿Qué ocurre pues en la práctica? Pues que acaba haciendo el trabajo o bien el más barato (lo cual me parece por definición una baja temeraria) o bien el que paga más comisión al administrador de fincas.
Si tenéis que contratar un servicio profesional mi recomendación es que contactéis con un técnico, pues éste por su propio bien se encargará de que el trabajo (supongamos por ejemplo una obra de la entidad que sea) quede bien, con el cliente satisfecho (también al mejor precio posible), caso de cobrar comisiones las cobrará en todo caso de contratistas (para el caso de obras) que le garanticen un buen resultado final, pues caso de quedar mal y derivarse acciones judiciales, él será el primero que deba responder. Si contactáis en cambio primero con el contratista, necesitaréis de todos modos asesoramiento (pues, permitidme la broma pero contra-ti-está) y si lo hacéis con el administrador de fincas o con una plataforma de servicios, a éstos puede que les interese más la comisión que el trabajo bien hecho.
Yo he renunciado a direcciones de obra porque el contratista (que era el que iba de la mano del administrador) no era el mejor contratista posible (para ser elegante) y sabía que me iba a reportar problemas.
Os lo planteo de otra forma, caso de salir mal el trabajo, ¿qué responsabilidad tiene el administrador? Le echará la culpa a alguno de los intervinientes, a quien no llevará más a esa comunidad de propietarios y caso de ejercer la vía judicial, aún cobrará otra comisión del abogado y del perito.
Ejemplos de servicios profesionales en los que podéis contratar directamente a un técnico:
- Inspección técnica de edificios.
- Cédula de habitabilidad.
- Certificado energético.
- Informe pericial.
- Proyectos y direcciones de obra.
- Legalizaciones.
- Tasaciones.