¿Qué puede suceder? Pues que uno de los copropietarios diga que esta obra se está ejecutando sin su permiso, y tome acciones legales contra él, lo que puede desembocar en que tenga que restaurar la finca a su situación inicial, porque entre otras cosas, posiblemente está agotando la edificabilidad del resto de los copropietarios, o incluso, se esté ejecutando sin cumplir los parámetros de la normativa vigente, pues los servicios técnicos municipales, han “tragado” con la parcela de proyecto, que no es la parcela real, y puede que la parcela real, ya haya agotado la edificabilidad, la ocupación máxima, etc que plantee el proyecto.
Un promotor privado debe disponer de un buen asesoramiento, y contar con buenos profesionales. Es una práctica habitual contratar con el único criterio del precio, y esto, habitualmente tiene consecuencias. A veces nefastas.